Per speculum in aenigmate es una instalación en colaboración con Judit Mendoza. Con carácter multidisciplinar se aúnan arte, matemáticas, danza, spoken-word, audio, performance y videodanza. Cuando esta bailarina y matemática me invitó a trabajar visualmente sobre el infinito dentro de su proyecto “Hilando el infinito”, supe que quería intervenir el Laberinto de Espejos del Museo de La Ciencia y el Cosmos (La Laguna, Tenerife), con la intención de que el reflejo de mi serie letanías se multiplicase a través de las oquedades de redes construidas con rotulador.
Las letanías se ponen al servicio de 6.600 cm de longitud (55 espejos de 120 cm de ancho x 220 cm de alto). Sólo la entrada es intervenida por mi mano. El interior del laberinto es construido gracias a siete talleres, de hora y cuarto de duración, que se imparten durante cuatro días. Participan más de 60 personas de distintas edades, estampando más de 60 caligrafías que ofrecen, con una misma metodología, una diversidad que se engarza con el concepto del infinito.
17 son las frases escogidas para convertirse en letanías. Estas frases salen de cuatro poemas que reflexionan sobre el infinito: El de Judit Mendoza, los de los dos cursos de “Hilando el Infinito” y el mío. Los versos se distribuyen por el laberinto, asignándoles un campo de color concreto. El espejo frontal de entrada, es el comienzo; su opuesto, el final del poema, es la salida.
Para que se aprecie el reflejo de unas letanías dentro de las otras, como si en lugar de sobre el espejo, la letanía colgase por sí misma y dejase ver lo que hay detrás, pongo en práctica dos estrategias:
En primer lugar, uso cinco colores (rosa, violeta, azul, azul claro y verde) en campos de color de distinto tamaño. Estas medidas responden a los términos de una sucesión concreta, an = 4n2, buscando, con la ayuda de Judit Mendoza, una ordenación lógica al que es un resultado azaroso. De este modo, la letanía verde se refleja en la de enfrente, la azul, mientras a su vez refleja dentro de sí la letanía azul que contiene la verde que refleja la azul, y así repetidamente, en un efecto inabarcable para la vista. Me sirvo de las interrupciones y los ángulos de los espejos para generar un amplio juego de colores en los que unos incluyen a los otros. Para el descanso del ojo, dejamos dos silencios (espejos sin intervenir) en su interior.
En segundo lugar, manipulo la iluminación para generar un ambiente con luz tenue que potencie el reflejo. En dos puntos del interior situados en lados opuestos, no obstante, coloco una bombilla con más vatios, para que al acceder al laberinto, la reverberación de un fondo iluminado llegue al espectador.
La instalación se completa con un audio. Judit Mendoza, haciendo uso de su formación como matemática, emplea permutaciones y números primos para traducir los versos en un nuevo lenguaje encriptado, el “idioma del infinito”. Después de trasladar nuestro poema a este idioma inventado, grabamos con nuestras voces un clip donde recitamos el poema. Primero uno, con un ritmo pausado. Luego el otro. Nos alternamos, pero paulatinamente las frecuencias de nuestras gargantas se solapan creando una intensidad sonora que se sitúa en uno de los silencios y reverbera en el laberinto como un eco.
per speculum in aenigmate. 2017. En colaboración con Judit Mendoza. Instalación en el Laberinto de Espejos del Museo de la Ciencia y el Cosmos. La Laguna. Tenerife. Rotulador rosa, violeta, azul, azul claro, verde y negro sobre 6.600 cm de espejos. Medidas variables.
Dos espejos. Uno de ellos intervenido con rotulador plateado. Ø 50 cm c/u.
Audio de 16’01”. Edición única. Formato mp3.