Ejercicios sobre el falo. Falocentrismo

En El deseo homosexual (1972), Guy Hocquenghem (2009), escritor francés y militante gay, habla de la sociedad fálica, de sus tecnologías y mecanismos. Como si solo existiese un órgano sexual, el falo; y en torno a él girase todo lo demás, estableciendo una jerarquía competencial en la que solo se asciende castrando a los demás. De ahí el gran valor del falo, porque constituye poder –el de todo individuo masculino– y organiza los espacios sociales. El ano, en oposición, permanece oculto en el terreno de lo privado (Gilles Deleuze y Félix Guattari, p. 74), en silencio, en soledad. El régimen heteronormativo no solo ha borrado las huellas de todo deseo anal, lo ha castrado (Preciado, 2009), reduciéndolo al terreno de la excreción. Dice Preciado en Terror anal (2009, p. 136), «el ano fue cosido, cerrado, sellado. Así nació el cuerpo privado. […] Así nacieron los hombres heterosexuales a finales del siglo XIX».

Ejercicios sobre el falo / Ejercicios sobre el ano es una serie de nueva creación que aborda las problemáticas que establece esta dualidad falo/ano, con tal de visibilizar, denunciar y remendar las tensiones e incomodidades que suscita hablar del ano como un órgano sexual sin género.

Para el PEPA. Pequeño Evento de Performance Art de enero de 2024 preparo una acción sencilla. Me meto la mano en los pantalones. Por la cremallera saco un dedo, me toco el sexo. Saco dos, tres, cuatro, la mano entera. Cada vez con más fuerza, excitación y violencia. La mano como extensión del falo se abre y cierra, se tensiona, palpita. Saltan los botones del pantalón. Me arrodillo, el miembro, ahora fálico y tentacular, llega al suelo, se mancha, se exhibe, estira y esconde. Me doy la vuelta. La mano asoma entre las piernas. Rígida, inflexible. Y azota el culo con furia.