En el vídeo Naturaleza muerta registro una acción que parodia el valor que se le atribuye al falo.
“Me acuerdo de cuando, en el instituto, tenía por costumbre meterme un calcetín en los calzoncillos”. (Brainard, 2018, p. 10), confiesa el escritor Joe Brainard al compilar sus memorias. Estas líneas resumen la fijación por el tamaño de los genitales. Para Hocquenghem (2009), en esta sociedad fálica, el placer se entiende como una posesión masculina, siendo el falo el que determina la cantidad de goce posible. Así se erige una forma de ser heterosexual, naturalizada en una serie de creencias y convenciones sociales sobre el pene y al acto de penetrar. El falo, como genital exterior privilegiado (Preciado, 2009, p. 136), cobra un papel protagónico, y cuanto mayor es su envergadura, mayor placer parece obtener, cuantificando la hombría en centímetros. Esto ha levantado fetichismos, al igual que ha despertado inseguridades y frustraciones.
En la aplicación de contacto para hombres Grindr, la circulación de emojis como plátanos y berenjenas refuerza esta codificación, normalizando lo que se espera de un encuentro sexual con un hombre. Estas representaciones remiten a la tradición pictórica y las naturalezas muertas, donde los alimentos, con todo su esplendor, simbolizan la fugacidad de aquello que está destinado a perecer.
En el vídeo, huevos, zanahoria, plátano, berenjena, se acumulan en los calzoncillos. Satisfacen el deseo de un paquete cada vez más grande. Y, paradójicamente, revelan su monstruosidad.
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Ejercicios sobre el falo. Naturaleza muerta. 2024. Vídeo digital / Monocanal / Color / Sonido. 2’ 45”.
Obra realizada gracias a una Ayuda Postdoctoral Margarita Salas en la Universitat Politècnica de València. Financiada por el Ministerio de Universidades y la Union Europea – Next Generation EU.
