Está nublado

momentos distintos del día -la mañana, el mediodía y la noche-, para registrar cómo afectan los cambios lumínicos sobre la misma. En esta ocasión, intervengo con rotulador verde el cristal del tríptico déjame ver el cielo (2017). No escribo, como en otras piezas de la misma serie, sino que dibujo el espacio negativo de las letras de la frase “está nublado”, obteniendo una secuencia de segmentos de color que funciona como un enladrillado que obstaculiza e interrumpe la visión, contradiciendo con cierto sarcasmo la letanía original. De este modo la parte visible de la fotografía es imagen y texto.

Esta manera de trabajar la fotografía supone convertirla en pieza única. Con el paso del tiempo se irá mostrando la imagen que hay debajo. Este proceso de revelamiento por deterioro se presenta como la base de la pieza, transformándose a lo largo de los años.

Está nublado. 2019. Edición única. Impresión digital sobre papel de algodón y rotulador verde sobre cristal. 67,8x132cm.